Además del lino, otro de mis tejidos favoritos es la seda. Adoro las fibras naturales, es un verdadero placer poder crear con ellas, su tacto y textura son especiales e inigualables. De igual forma disfruto creando con todas sus presentaciones y gramajes. Aunque tengo que reconocer y sin dudarlo, mis favoritas son, en primer lugar la seda salvaje con sus inigualables nudos en la trama, el shantung de seda muy similar a la anterior y por último la seda rústica, con sus imperfecciones a la par que su suave tacto. Por lo tanto, crear con ellas es una auténtica maravilla. La adaptabilidad a la elaboración artesanal es especial, dando como resultado piezas exclusivas, atemporales y de alta calidad, creadas con mimo y dedicación.

A partir de este precioso tejido, creo infinidad de prendas. Me encanta para ceremonia infantil, no puede adaptarse mejor para mini vestiditos de diferentes colores de shantung de seda, así como combinada con lino, quedan espectaculares. Indiscutiblemente respeta la delicada piel de los niños, al tratarse de una fibra de origen natural. La rústica me rechifla para chales, fulares o mantones. Sin embargo para novia y comunión, mi favorita es la seda salvaje, combina a la perfección con encajes, blondas y tules bordados.

Otra de las maravillosas ventajas de la seda natural es la amplia carta de color disponible, una auténtica belleza.

¿Sabías que en la pequeña localidad de Kawamata, en Japón, han elaborado la seda más fina del mundo?. “Las Alas del Hada”, le han denominado, y es reconocida internacionalmente. Curioso, ¿verdad?.

La seda ha sido siempre un tejido asociado al lujo. Aunque cada capullo de seda produce aproximadamente 1500 m de hilo, ¿os hacéis una idea de los metros que se necesitan para tejer tan sólo un metro de este preciado tejido ?. En realidad, muchísimos metros. De todas formas, ahora entenderemos mejor los precios que puede llegar a alcanzar en algunas de sus presentaciones. Un ejemplo de ello es el  brocado de seda, dependiendo del diseño del mismo, puede llegar a los 700 € /m o incluso más.

En España, concretamente en Valencia, entre los siglos XV y XVIII, se produjeron algunas de las mejores sedas de Europa. En la Lonja de la Seda y el Colegio del arte Mayor de la Seda, ha quedado patente la historia de aquella industria. Sin embargo a día de hoy en esta bella ciudad se conserva esta tradición, de tal manera que todavía algún artesano continúa tejiendo la seda en telar manual. Entre sus trabajos, destacan los brocados que son utilizados para algunos de los espectaculares trajes de fallera.

Para terminar, creo que ha quedado patente mi pasión por este tejido, realmente me fascina.

Y a vosotros, ¿os gusta también este tejido natural?